Como sabrás, la bilirrubina es una especie de pigmento de color amarillo que se encuentra en la bilis y que se produce en respuesta a la degradación de la hemoglobina, cuyo análisis médico puede servir como un indicador de la salud de nuestro hígado.
Como cualquier otra sustancia en nuestro organismo, es fundamental mantener unos valores óptimos de bilirrubina, ya que niveles demasiado altos podrían desencadenar una hiperbilirubinemia, trayendo como consecuencia ciertos daños hepáticos y algunas enfermedades como las que aquí te contamos.
¿Qué se considera una bilirrubina alta?
Según los especialistas de la salud, los niveles normales de bilirrubina en el cuerpo deben ser los siguientes:
- Bilirrubina directa: entre 0 y 3 mg/dl.
- Bilirrubina indirecta: menos de 1.0 mg/dl.
- Bilirrubina total: entre 0.3 y 1.9 mg/dl.
En tal sentido, cualquier cifra que sobrepase dichos límites pasa a ser considerada un indicador de hiperbilirubinemia en el paciente.
¿Qué enfermedades se asocian con la bilirrubina alta?
Por lo general, la bilirrubina alta suele estar relacionada con la presencia de alguna patología o enfermedad subyacente, entre las que destacan:
- Problemas en el hígado: Imagina que tu hígado es como un centro de reciclaje muy ocupado, procesando sustancias de desecho como la bilirrubina. Ahora, si algo sale mal en ese centro, como una infección (hepatitis) o una cicatrización (cirrosis), entonces el proceso se atasca y la bilirrubina se acumula. Es como si el centro de reciclaje se saturara y los camiones de basura no pudieran descargar sus cargas.
- Atasco en los conductos biliares: A veces, los conductos por los que fluye la bilis pueden bloquearse con pequeñas piedras llamadas cálculos biliares. Es como si una carretera se bloqueara por un accidente y el tráfico quedara atrapado. En este caso, la bilirrubina no puede llegar a su destino, se acumula y provoca niveles altos en el cuerpo.
- Demolición de glóbulos rojos: La anemia hemolítica es como si un equipo de demolición trabajara a toda velocidad, destruyendo los glóbulos rojos más rápido de lo que deberían. Esta actividad frenética provoca un exceso de bilirrubina, ya que es un producto de desecho de la hemoglobina, una parte clave de los glóbulos rojos.
- Síndrome de Gilbert: Este trastorno genético es como tener un empleado perezoso en el centro de reciclaje del hígado. El trabajador encargado de procesar la bilirrubina no es tan eficiente como debería ser, lo que significa que el proceso se ralentiza y la bilirrubina se acumula en el cuerpo.
- Síndrome de Dubin Johnson: ocasiona un cambio de color en el hígado, motivado a la acumulación de pigmentos.
- Hepatitis aguda: produce inflamación en el hígado ante la imposibilidad de depurar las toxinas.
- Obstrucción de la vía biliar: se origina a causa de cálculos biliares o tumores pancreáticos en el paciente.
- Anemia hemolítica: producida por una pérdida precoz de los hematíes de la sangre.
Como podrás ver, son muchas las enfermedades relacionadas con la bilirrubina alta, de manera que debes enfocarte en mantener los niveles de este pigmento siempre bajo control, para que tu salud esté siempre en óptimas condiciones. Así que si tienes bilirrubina alta, es importante consultar a un médico para averiguar qué podría estar causando el problema y recibir el tratamiento adecuado. Cada situación es única y es fundamental abordar la causa subyacente para mantener la salud.